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Beber agua es algo más importante para los Special Force de lo que puede parecer...

Nuestro colaborador Christian Rubio ha escrito este artículo sobre la importancia de la hidratación. Algo que puede llamar la atención por lo básico que puede parecer pero a lo que le dan mucha importancia cuando lees libros de Special Forces como Marc Owen o Chris Kyle.

Nuestro cuerpo está formado en un 65% de agua. El líquido elemento es esencial para las funciones corporales: regulación de la temperatura, transporte de nutrientes, absorción de alimentos, expulsión de residuos, etc. Necesitamos agua constantemente, y reponer sus niveles es esencial.

Hidratarse es aumentar la proporción de agua que tiene el cuerpo, que se va reduciendo de manera natural con los procesos fisiológicos. Perdemos agua al respirar (10%) al sudar (35%) y al orinar (50%) y de modo más pronunciado cuando realizamos actividades físicas de cierta intensidad. La pérdida de agua provoca dolores de cabeza, musculares, fiebre, golpes de calor, coma y hasta la muerte si se sobrepasa el 20% de deshidratación.

El mecanismo del cuerpo para avisarnos de la necesidad de agua es la sed. Es aconsejable beber incluso cuando no tenemos sed: cuando nos llega esa sensación, ya es señal de que estamos deshidratándonos. Esto ocurre cuando se pierde alrededor de un 2% del peso corporal en agua y hay una disminución inmediata en nuestro rendimiento.

De manera normal, necesitamos entre 2 y 3L de agua al día (no todo es agua líquida, parte la absorbemos a través de los alimentos) y en condiciones de esfuerzo físico, calor, baja humedad, etc. estas necesidades aumentan, pudiendo llegar a los 5L o incluso más.

La temperatura ideal para consumir agua es la de ambiente (sobre los 20º). Es cierto que el agua fría o fresca, cuando hace calor apetece más, pero aunque sacie nuestra sed (psicológicamente) a nivel fisiológico aumenta la temperatura corporal. Para ser procesada por las células, el agua debe estar a su misma temperatura (unos 37º) así que una manera de acelerar la hidratación es beber agua a temperatura ambiente.

Un consejo para mejorar la hidratación es tomar alimentos ricos en sal, que nos hacen retener líquido y así se ralentiza la deshidratación. Parece una contradicción, pues lo salado habitualmente da más sed, pero precisamente para combatir la deshidratación uno de los medios son las pastillas de cloruro sódico (sal). Realmente, son los azúcares los que nos dan más sed puesto que no retienen líquido, acelerando la expulsión de agua por el sudor o la orina.

¿QUÉ BEBER?

Para saciar la sed y reponer el líquido perdido, la mejor bebida es el agua. Nuestra hidratación debe basarse en el agua: es barata, fácil de conseguir y al no tener sabor ni olor, no "aburre" (esa sensación de cansarse de un gusto cuando siempre bebemos lo mismo).

Pero hay otros tipos de bebidas recomendadas: las isotónicas. Al sudar no solo perdemos agua, también expulsamos sales minerales y electrolitos, fundamentales para el metabolismo. Una manera de reponerlas es a través de este tipo de bebidas, que contienen carbohidratos, sodio, potasio, vitaminas, etc. No deben ingerirse antes de realizar esfuerzos físicos porque pueden causar una bajada del azúcar en la sangre, que en extremo produce mareos, debilidad y sensación de frío. Bebidas isotónicas recomendadas son ISOSTAR, GATORADE o FLECTOMIN.

Hay otro tipo de bebidas, muy similares en aspecto a las isotónicas pero muy diferentes en cuanto a composición que son las bebidas "energéticas". A ese grupo pertenecen la mayoría de las bebidas para deportistas de marca blanca que encontramos en muchos supermercados. El ejemplo perfecto sería POWERADE, o AQUARIUS. Este tipo de bebidas reponen electrolitos como las isotónicas, pero tienen un fuerte aporte de carbohidratos (azúcares mayormente): nos ofrecen un aporte extra de "energía" en forma de azúcar, pero no son ningún milagro. Para situaciones en las que no hemos ingerido alimentos desde hace horas pueden ser un sustituto momentáneo, pero lo ideal es alimentarse adecuadamente y no depender del aporte de azúcares que dan estas bebidas.

Y finalmente hablaremos de las bebidas estimulantes. La mayoría se presentan en formato lata y son carbonatadas (tienen "burbujas"). Esta efervescencia hace que ofrezcan la sensación de refrescar, pero el ácido fosfórico presente en su composición aumenta el nivel de fosfato en la sangre y reduce el de calcio, así que las versiones sin gas (MONSTER REHAB es la más conocida) son mejor opción. Sus efectos revigorizantes vienen de las sustancias estimulantes que contienen: cafeína, ginseng, guaraná, etc. Pueden ayudarnos en un momento de cansancio excesivo a reponernos rápidamente, pero evidentemente no tiene efectos prodigiosos ni son buenas para la salud si se abusa de ellas.

ENVASES: Transporte y Consumo

El agua o las bebidas hidratantes comentados deben transportarse de una manera adecuada. La solución más socorrida es llevar las botellas, latas o bricks directamente en la mochila u otro pouch, pero existen otros medios diseñador específicamente a tal efecto que son más eficientes.

El más conocido es la cantimplora, recipiente por excelencia de excursionistas, montañeros y militares. Los primeros modelos metálicos han sido sustituidos por los más recientes en plástico. Suelen llevar un cacillo metálico que nos servirá de ayuda a cocinar, si fuese necesario.

Similar a la cantimplora, pero con un aire más moderno, son las botellas Nalgene. Se llaman así por el tipo de plástico en el que están fabricadas, y sus prestaciones y usos son los mismos que la tradicional cantimplora, si bien su uso se ha extendido últimamente entre los ejércitos más modernos.

Un tipo de envase muy práctico son las botellas colapsables Vapur, también llamadas "anti-botellas". Su formato las hace muy prácticas: son fáciles de transportar en cualquier sitio por no ser rígidas, y al vaciar su contenido las podemos plegar para que no ocupen espacio.

El método más funcional para hidratarse es el camelbak. Capaz de llevar una cantidad más que respetable (2'5/3L) se transporta cómodamente a la espalda, quedando el peso más repartido que con otros sistemas. Si además el sistema de anclaje es tipo Molle, podremos utilizarlo unido al chaleco, lo que mejora su portabilidad. Para beber, es mucho más rápido y menos engorroso que las anteriores: solo hay que llevarse el tubo a la boca y succionar, evitando así buscar el envase, abrirlo y volver a guardarlo, ahorrando un tiempo que en condiciones de combate puede ser crucial, o una pérdida de atención que un vigía no debería permitirse.