Parece mentira que hayamos llegado a este nivel de expectación con una serie de pelis que nos han llegado a gustar más por la cántidad de acción que tienen que por la calidad de la peli en sí.

Y es que si al acabar 'John Wick: Otro día para matar' (2014) no nos quedamos con un gran sabor de boca, cuando acabamos 'John Wick: Pacto de sangre' (2017) la cosa no fue muy diferente. Pero ahora vuelve con una tercera edición y ya estamos salivando como el perro de Pavlov con solo ver el trailer.

Y es que el truco de esta saga reside en no complicarse demasiado argumentalmente y esforzarse en lograr un gran título de acción. Por suerte para todos, a Keanu Reeves no le costó meterse en la piel del perfecto asesino retirado que es obligado a volver al curro por fuerza mayor y, ahora, todos estamos pendientes de su nueva aventura.